Por un sueño, así es como titularía mi viaje a Madrid, si estuviera dentro de una escena de Microteatro, pero como mi vida no forma parte del plató, como dicen los tíos y las tías, me limitaré en platicar mi experiencia en el Microteatro de Madrid.
Tan solo entrar al bar donde se presenta este proyecto internacional, se respira un ambiente de compañerismo y de apoyo, y es que para fortuna, mi experiencia fue el día de la inauguración de dos temporadas “Por Dinero” y “Sesión Golfa”, por cierto, está última la más concurrida.
En “Por Dinero”, fueron cinco obras las que se presentaron, las cuales se narran desde un punto de vista cómico hasta el suspenso. Obras que en 15 minutos se desarrollan con una estupenda actuación y sobre todo un libreto que a los pocos espectadores los hace sentir participes de la misma escena.
“Los Amos del Mundo”, es un pequeño fragmento de una obra literaria ganadora del Premio del Teatro Calderón de la Barca, fue la más aplaudida y más solicitada, sin embargo “El Camino de Vuelta a Casa”, con solo dos personajes en escena, en una charla sobre la vida y la muerte, te mantiene en un viaje en espera de un final poco conveniente para el protagonista.
Las horas pasaban entre una copa de vino tinto o una sangría y la llegada de hombres que empezaban a llenar el lugar era notoria y, es que estaba por dar comienzo la “Sesión Golfa”, cuatro obras basadas en la interacción física de dos personas, no importando el género o a veces tampoco importando que fuera un ser no viviente.
Puestas en escena que van desde la comedia hasta el thriller erótico, en cualquiera de los casos fueron obras que gustaron a todos los asistentes por su relajada y bien lograda actuación, incluso un personaje que escenifica a un maniquí y el cual se encuentra inmutable durante casi todo el tiempo que dura la obra “Conociendo a Lucas”, fue uno de los actores más observados, sobre todo porque en momentos se dudaba si era una persona o en realidad era un simple maniquí.
La obra más asistida sobre todo por la comunidad gay, fue “La Prueba”, trata sobre el encuentro de dos amigos que recuerdan sus juegos íntimos de infancia.
Con una buena comedia “La Turbulencia”, consigue que el espectador se sienta dentro de un avión y conforme van pasando los minutos, las turbulencias van desarrollando la relación entre dos peculiares pasajeros, además de una interacción entre el público y los actores.
Y así es como recordaré mi último día en Madrid, entre una buena charla con Paco Maldonado, actor en “El Camino de Vuelta a Casa”, el sabor de una buena copa de vino tinto, subidas y bajadas para ver cada una de las puestas en escena, mucho humor entre los actores y poco de los encargados del lugar, quienes con prisa atendían a sus clientes. En conclusión, Madrid no me defraudó.