El elenco de Rotterdam se renueva y arranco ya su nueva temporada en el Foro Shakespeare, aquí te dejamos la nueva reseña y todos los detalles...
¿Quién soy realmente? ¿Cuando nos enamoramos, es de la persona o de su género? ¿Qué haces cuando la mujer de tu vida resulta ser el hombre de tu vida? Rotterdam es una comedia agridulce del dramaturgo inglés, Jon Brittain sobre el género, la sexualidad y el estar lejos de casa.
Dramaturgia: Jon Brittain. Traducción: Roberto Cavazos. Dirección: Roberto Cavazos. Elenco: Amaya Blas, Lorena del Castillo, Arlet Gamino y Diego Cooper.
Nuestra reseña...
LA INVASIÓN DE LOS LUGARES COMUNES CON GRUPOS QUE CREEN QUE NO SON COMUNES
Hace unas semanas, una muy cercana amiga de lo más conflictuada me contaba que su hijo se había asumido como transgénero; ella es una mujer profundamente sensible y liberal, ha dedicado gran parte de su vida a trabajar por la erradicación de la violencia de género y, aun así, se mostraba profundamente aturdida, dolida, pues enfrentaba la pérdida de su hijo, tal como lo había concebido y criado. Ella asumió el cambio y no sólo lo apoyó más allá del discurso, sino que buscó acompañamiento especializado en el tema.
Además, desde hace meses, me encuentro trabajando, de manera muy cercana, con una mujer transgénero que vivió en carne propia el asesinato de una amiga suya, también transgénero: ambas dedicadas al trabajo sexual. Ese crimen la mantiene enfrentada a un sistema de justicia incompetente que apresó al asesino y horas después lo liberó, pese a la flagrancia del delito; así, la testigo pasó a ser una activista que lucha por la erradicación de los transfeminicidios en la Ciudad de México. Entre sus principales labores se cuenta el acompañamiento cuando las chicas trans tienen problemas de salud, el hospedaje en su propia casa y hasta los gastos funerarios cuando ha sido necesario.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la esperanza de vida de mujeres trans no pasa de los 35 años y es que en América Latina los crímenes de odio, las drogas, el trabajo sexual y las modificaciones corporales sin supervisión médica son la causa de esta espantosa cifra.
Es cierto que cada caso es único, pero el viernes que presencié Rotterdam, la verdad sentí que la obra no me hablaba a mí. Primero asumí que era una comedia romántica con la variable de la diversidad sexual y, después, que caía en todos los lugares comunes que la población gay se ha construido: la homosexualidad de Jodie Foster, la salida del closet, la “conversión” de una mujer heterosexual en lesbiana y una historia con la que no me identifiqué porque me parece que el texto trivializa la experiencia transexual.
En mis experiencias sobre el tema abunda el dolor, pero también la esperanza y la complejidad, porque son historias humanas y, por lo tanto, reales.
A Rotterdam le irá muy bien en cartelera porque cumple la expectativa homosexual, pero en lo que a mí respecta es un ejercicio de comedia romántica que trivializa los temas y hay a quien le gusta y a quien no.
La última palabra la tiene el espectador y quien escribe fue el negrito en el arroz, así que vayan a verla al Foro Shakespeare todos los viernes a las 20:30 horas, hasta 18 de mayo y denos su importante opinión... Entrada general $300. A partir de los 15 años.