A la puesta en escena "Acá en la tierra" le quedan muy pocas funciones, nosotros estuvimos ahí para tenerles todos los pormenores...
Lolo es un niño extraterrestre o eso piensa, ha venido a la Tierra con una misión que ni él mismo conoce. Mientras espera instrucciones, tendrá que adaptarse a los terrícolas, lo cual le resulta bastante complicado porque no entiende su terrible necesidad de clasificarlo todo. Entonces conoce a Dolores, una mujer “invisible”, quien a través de la música le enseñará a viajar a su planeta.
Dramaturgia: Luis Eduardo Yee Dirección: Rebeca Trejo. Elenco: Assira Abate, Vicky Araico y Mahalat Sánchez.
Nuestra reseña...
ACÁ EN LA TIERRA
Lolo ha sido arrojado a nuestro planeta con una misión: explicar a su comunidad de extraterrestres como funciona la vida Acá en la tierra. No se trata de una tarea sencilla, Lolo apenas entiende los conceptos y significados básicos además de que se encuentra muy solo, es un niño solitario.
Tiene una madre apresurada a la que ama, pero que ejerce la maternidad en solitario por lo que siempre está atareada, asiste a una escuela donde odia las ceremonias de los lunes porque hay que hacer filas y nunca sabe donde ponerse, esa es su gran confusión: las niñas lo sacan de su fila y los niños lo mandan a la fila de niñas.
Es un panorama bastante desalentador para un niño de ocho años, su tristeza es casi histérica, Lolo grita todo el tiempo, todo el tiempo esta estresado, las cosas más sencillas lo someten a un estado de angustia generalizado, todo va mal para él, tendrá que explicar a los extraterrestres que la infancia es algo parecido a una guerra perpetua contra su pequeña persona.
Toda pinta para mal hasta que conoce a Dolores y encuentra en ella a una extraña amiga, la marginación los hace iguales, juntos son la unión de dos soledades, Dolores es rara, solitaria, invisible, pero con un exquisito gusto musical que genera simpatías entre sus contemporáneos. Es con la presencia de Dolores que la vida de Lolo se vuelve sobre llevable.
Soy asidua a las obras de teatro dirigidas al publico infantil, me gustan porque en ellas se rompe la solemnidad de los espacios, las niñas y los niños interactúan con lo que sucede en el escenario, me encanta escuchar sus reacciones y los impactos.Acá en la tierra, me dejó un poco conflictuada, su público objetivo interactúa con los personajes en el escenario, pero faltaba esa conmoción si causaba en los adultos la historia y sobre todo la banda sonora.
Al final de la obra esperé para escuchar reacciones y me encontré con que los adultos explicaban a sus peques de que iba la historia, a decir verdad, me hubiese gustado que Lolo quedase marciano, es terrible la angustia más cuando se es niño o niña, más cuando la identidad es el meollo de esa angustia. Una obra dirigida a población infantil no necesita intermediarios, el adulto centrismo rige el mundo, todo el tiempo estamos explicando el mundo a los más pequeños, en lugar de dialogar como iguales.
En fin, Acá en la tierra es un gran espectáculo de luces para melómanos nostálgicos, y sin duda una propuesta que merece la pena ver en sus últimas semanas de presentación.
Así que corra a llenar el teatro Helénico los sábados y domingos a las 13:00 horas. Duración aproximada: 80 minutos. Clasificación: Todo público. Entrada general $200.